Con sus tamos cubría la lucidez,
Emergiste como fantasmagoría calina,
Irrigando el baldío yermo de la tristeza.
Hoy te miro como visión celeste,
Con la suavidad sutil y delicada,
Como requiere la suave caricia,
Donde tu piel es ligera y quebradiza.
Amanece y brilla el sol sobre las aguas,
El ámbito dibuja regocijos coloridos,
Y el alma se mece en placidez y calma.
Ross.d.d.
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