Óleos, aprisionan mis manos inquietas,
y tu rostro deambulando en mi mente…
dibujarte es ocio en mi efusión de ensueños,
estampando tu rostro de trazos coloridos,
rayando el mapa de tu cuerpo deseado.
Con mi poesía de pinceles abstractos,
pintaré la pasión de tus manos,
y tu rostro risueño de felpa
en tu alma sutil y enquistada,
la ternura que tu vida me brinda.
En la vespertina de cruda nostalgia,
pintaré la pasión corrediza,
con la tibieza y la suavidad del aceite,
deslizado en fisuras y collados sinuosos,
enarbolando la pasión revestida.
Recorreré tu cuerpo con mis dedos erectos,
sintiendo en ellos el averno creciente,
con mis ojos deseosos acuosos y ávidos,
con los pinceles en desuso esfumados... y al final...
relegada la intención que apremiaba.
Ross.d.d.
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