En un hilo se me va la vida,
hoy que la luna castiga mi rostro,
y sin fuerza, mis manos te buscan,
arañando tu sombra, mecida en el viento.
Hoy quisiera vacacionar mis dedos,
y guardarte los pañuelos húmedos,
o rayar el papel mojado con mis uñas,
cuyos surcos, tú sientas en tu pecho.
Quisiera poder rasgar tu nombre,
con mi bronco pensamiento enfurecido,
que no logra engañar la tristeza mía,
aquella que lenta, me arrastra en el abismo.
Y qué importa caer y allí, perder la vida,
si siento podredumbre al respirar,
si el aliento por preservarla no responde,
si tú eres mi verdadera identidad.
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